Si estás embarazada, tienes un bebé o hijos menores, eres mayor o padeces alguna patología que puede agravarse con el calor (diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades cardiacas o renales, dificultades de movilidad, etc.), es muy importante que te cuides especialmente frente a una situación de calor extremo.
Las altas temperaturas y la exposición directa a los rayos solares pueden ser muy peligrosas y perjudiciales para tu salud sean cuales sean tu edad y tus circunstancias personales, pero ten en cuenta que el riesgo se incrementa si estás embarazada o si eres una persona con alguna patología previa.
Por ello, para cuidarte y cuidar a las personas de tu entorno, sigue de manera rigurosa los siguientes consejos de prevención y protección frente al calor extremo y la exposición al sol.
- Bebe agua a menudo (aunque no sientas sed).
- Hidrátate con frecuencia, sea cual sea la actividad que estés realizando.
- Evita las bebidas con alcohol, las bebidas con cafeína y las bebidas azucaradas, porque pueden favorecer la deshidratación.
- Toma comidas ligeras y alimentos frescos: ensaladas, frutas, verduras…, porque tienen un alto contenido en agua y ayudan a mantener la hidratación.
- Evita las comidas demasiado abundantes y pesadas.
- Usa ropa ligera, holgada (no muy ceñida) y que deje transpirar.
- Permanece tanto tiempo como sea posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
- Evita la radiación solar directa en las horas de mayor intensidad del día.
- Si sales de casa, lleva siempre contigo una botella de agua.
- Si vas a la playa o a la piscina, protégete con una buena crema solar: aplícatela con frecuencia (cada hora, si nadas) y, en cualquier caso, no te expongas a los rayos solares directos durante demasiado tiempo.
- No permanezcas en un vehículo estacionado: la temperatura de un vehículo detenido puede elevarse más de 10º en muy pocos minutos.
- Nunca dejes a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado: especialmente a bebés, niños, menores de edad, personas mayores o con enfermedades crónicas, etc.
- Mantén tus medicinas en un lugar fresco, porque el calor puede alterar su composición y sus efectos.
- Consulta con un profesional sanitario si tienes malestar o sensación de mareo que pueda estar relacionado con la exposición al calor.