Según un estudio de reciente publicación, los óvulos tienen la capacidad de corregir las anomalías genéticas de los espermatozoides, aunque el alcance de esta capacidad está condicionado por la calidad de los óvulos y por la gravedad de los daños en el ADN del esperma.
Más de un 10% de los casos de infertilidad podrían estar causados por alteraciones del material genético de los espermatozoides. La fragmentación del ADN espermático, el mayor o menor número de lesiones en el material genético, condiciona las probabilidades de que se produzca el embarazo y que esté llegue a término.
La edad, el exceso de peso, el consumo de alcohol, tabaco o drogas, la exposición a tóxicos ambientales o los daños provocados por tratamientos médicos, entre otros, son factores que pueden disminuir la calidad del semen y suponer una dificultad para lograr el embarazo.
CUÁNDO LOS ÓVULOS CORRIGEN LOS ERRORES DEL ADN DE LOS ESPERMATOZOIDES
En cualquier célula del cuerpo humano pueden producirse errores inducidos por diferentes factores, pero el organismo dispone de mecanismos para corregir y limitar los efectos perjudiciales de estos errores.
En el organismo adulto, la célula afectada puede detectar el problema y frenar su propia proliferación mediante sistemas como la escisión de las partes dañadas, la reparación por mal apareamiento de los componentes del ADN o la reparación por unión de extremos no homólogos, entre otros.
En los embriones, la protección contra los errores genéticos aportados por los espermatozoides depende de la calidad de los óvulos”.
Una vez frenada la proliferación, la célula del organismo adulto aplica los mecanismos más adecuados para corregir el defecto pero, si no lo logra, para no poner el riesgo al resto del organismo, la célula tiene la posibilidad de activar su propia autodestrucción, un proceso denominado apoptosis (proceso de muerte celular programada) que tiene la función de eliminar las células innecesarias, anormales o dañadas.
Sin embargo, en los embriones la protección contra efectos perjudícales de los errores genéticos aportados por los espermatozoides depende exclusivamente de la calidad de los óvulos y, por tanto, de su capacidad para corregir las anomalías genéticas de los espermatozoides y evitar sus consecuencias.
¿QUÉ CONDICIONA LA CALIDAD DE LOS ÓVULOS?
La edad de la mujer es el factor que más condiciona la calidad de los óvulos y más limita la posibilidad de conseguir un embarazo, especialmente a partir de los 35 años, tanto de forma natural como con tratamientos de reproducción asistida en parejas aparentemente sanas.
Además de la edad, que es el factor más frecuente, en la mujer existen otros factores que pueden limitar su posibilidades de ser madre biológica: una serie de enfermedades como la endometriosis o los ovarios poliquísticos, tratamientos médicos como la radioterapia o la quimioterapia o el consumo de tóxicos como el tabaco o el alcohol pueden conllevar un deterioro prematuro de la cantidad y la calidad de la reserva ovárica.
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