La histerectomía es una intervención quirúrgica en la que se extirpa el útero, el órgano en el que se desarrolla el embarazo. Esta cirugía puede ser necesaria en diferentes situaciones, como miomas uterinos, cáncer, endometriosis o prolapso uterino.
Si te han recomendado una histerectomía o estás considerando esta opción, es fundamental que conozcas los tipos y lo que implica cada uno de ellos.
En este artículo, te explico los diferentes tipos, los cambios que puede experimentar tu cuerpo, y todo lo que debes de tener en cuenta antes y después de la intervención.
¿Qué es la histerectomía?
La histerectomía es una cirugía que consiste en la extirpación del útero, y es una de las intervenciones más comunes entre mujeres a nivel mundial, después de la cesárea.
En algunos casos, puede ser necesario extirpar también otros órganos o tejidos, dependiendo de cada caso.
Esta cirugía marca un antes y un después en la vida, ya que implica la extirpación del útero, el órgano donde se aloja el embrión durante el embarazo. Al hacerlo, se pierde la posibilidad de quedarte embarazada, por lo que es importante entender bien el procedimiento. Existen diferentes tipos de histerectomía, cada uno con un propósito y técnica específicos, y es crucial saber cuál es el más adecuado para ti y tus necesidades. Cabe mencionar que cuando realizamos una histerectomía, siempre extirpamos las trompas de Falopio, ya que esto ayuda a prevenir el cáncer de ovario, el cual sabemos que se origina en las trompas.
¿Cómo cambia el cuerpo después de una histerectomía?
Es completamente normal preguntarse cómo reaccionará tu cuerpo y qué efectos puede tener la cirugía. Aunque cada mujer es diferente, hay algunos cambios comunes que suelen ocurrir tras la intervención.
Si te han extirpado los ovarios junto con el útero, es posible que notes síntomas de menopausia precoz, como sofocos, cambios de humor o alteraciones en la piel. En cambio, si los ovarios se conservan, tu ciclo hormonal se mantendrá con normalidad y los efectos de la menopausia aparecerán cuando toque con la edad.
Lo que muchas mujeres notan tras la cirugía es una mejora significativa en la calidad de vida. Si tenías miomas, endometriosis o sangrados uterinos anormales, es probable que sientas alivio después de la intervención. De hecho, en un estudio que hemos realizado recientemente con el equipo del Hospital Clínic de Barcelona, hemos observado que, tras una histerectomía, muchas mujeres experimentan una mejoría no solo física, sino también emocional, con una reducción en los niveles de ansiedad y depresión, al no tener que lidiar más con el dolor o las molestias previas.
Hay que tener en cuenta que, aunque tu cuerpo pasará por ciertos cambios, estos son para mejor, especialmente si la cirugía te ha liberado de síntomas molestos y dolorosos. Uno de los cambios más evidentes es que dejarás de tener la regla, ya que el útero es el órgano responsable de la menstruación. Además, algunos estudios han sugerido que la histerectomía podría adelantar la menopausia, pero la calidad de la evidencia es muy baja.
Tipos de histerectomía
Existen varios tipos de histerectomía, y la elección del procedimiento depende de cada caso.
Histerectomía total
En una histerectomía total, se extirpa todo el útero, incluyendo el cuello uterino. Este es el tipo más común de histerectomía y se realiza cuando se necesita eliminar por completo el órgano.
Histerectomía subtotales o parciales
En este tipo de histerectomía, se extirpa únicamente la parte superior del útero, dejando el cuello uterino intacto. Actualmente, esta técnica no suele estar indicada, salvo en casos muy específicos, como el tratamiento de un prolapso mediante técnicas laparoscópicas (cervicosacropexia).
Histerectomía radical
Se extirpa todo el útero (incluido el cuello uterino o cérvix), parte de la vagina y parte de los tejidos que se encuentran a los lados del cuello uterino.
Por otra parte, dependiendo de las necesidades de cada mujer y del tipo de cirugía, hay diferentes técnicas para realizar una histerectomía.
Histerectomía laparoscópica
Esta es una cirugía mínimamente invasiva que se realiza a través de pequeñas incisiones en tu abdomen. Por esas aberturas, introducimos una cámara y los instrumentos necesarios para extirpar el útero.
Una de las grandes ventajas de esta técnica es que permite una recuperación más rápida y menos dolorosa en comparación con la cirugía abierta. Asimismo, al ser menos invasiva, hay menos daño en los tejidos, lo que disminuye el riesgo de infecciones y reduce el tiempo de estancia en el hospital.
Histerectomía laparoscópica robótica
Por otra parte, existe la histerectomía laparoscópica robótica, una técnica avanzada que combina la cirugía mínimamente invasiva con la tecnología de asistencia robótica.
Esta opción es especialmente útil en intervenciones complejas, ya que el robot proporciona una visión ampliada y en alta resolución, lo que facilita la identificación de estructuras anatómicas delicadas.
Gracias a su precisión milimétrica y estabilidad, esta tecnología nos permite realizar movimientos más controlados y sin temblores, y mejorar la seguridad del procedimiento y optimizar los resultados.
Histerectomía vaginal
En este caso, el útero se extirpa a través de una incisión en la parte superior de la vagina, sin necesidad de hacer cortes en el abdomen. Esto también favorece una recuperación más rápida, ya que no se realiza una incisión abdominal, lo que puede ayudarte a sentirte mejor más pronto. El dolor postoperatorio es menor y la curación, más rápida.
La elección de la técnica dependerá de varios factores: el tipo de histerectomía que necesitas, el motivo de la cirugía (como miomas, endometriosis o cáncer) y la experiencia del cirujano. Lo más importante es que esta decisión se toma pensando en lo que es mejor para ti y tus circunstancias específicas.
Cuándo considerar la histerectomía
La decisión de someterse a una histerectomía es una elección personal que debe tomarse tras una evaluación minuciosa de tu caso.
Evaluación de la calidad de vida
Lo más importante aquí eres tú y cómo te sientes en tu día a día. Si los problemas ginecológicos —como miomas, endometriosis o adenomiosis— te están limitando y no han mejorado con otros tratamientos, la histerectomía puede ser la solución definitiva.
Si sufres de sangrado abundante, dolor pélvico crónico o molestias constantes que te impiden disfrutar de tu vida como antes, es normal que pensemos en la histerectomía como una posible opción. Aun así, antes de llegar a ese punto, siempre valoraremos otras alternativas para encontrar la mejor solución para ti.
La cirugía puede ayudarte a recuperar tu bienestar, reducir el dolor y permitirte volver a tus actividades con mayor tranquilidad. Si estos síntomas están afectando tu rutina, tus relaciones o incluso tu trabajo, hablemos con calma sobre todas las opciones. Juntos encontraremos la mejor manera de mejorar tu calidad de vida para que vuelvas a sentirte bien contigo misma.
Opciones de tratamiento alternativas
Antes de tomar la decisión de someterte a una histerectomía, es importante considerar las opciones de tratamiento alternativas que podrían ser adecuadas para tu situación. Si bien la histerectomía es una opción definitiva, existen otros tratamientos menos invasivos para problemas como los miomas, la endometriosis o el sangrado uterino anormal. Estos tratamientos incluyen terapias hormonales, medicamentos para el dolor o procedimientos quirúrgicos más conservadores.
La decisión de realizar una histerectomía generalmente se considera cuando los tratamientos alternativos no han sido efectivos o no son viables. Si has probado otras opciones sin éxito, o si tu condición está empeorando, la cirugía puede ofrecer una mejora significativa en tu salud y calidad de vida.
Consulta con un especialista
Antes de tomar una decisión tan importante, es fundamental consultar con un especialista que pueda evaluar tu situación médica de manera personalizada.
En WOMEN’S, nuestros profesionales de la salud te ofrecerán una atención personalizada y detallada, explicándote las opciones de tratamiento, los beneficios y los riesgos asociados con la histerectomía. Juntos, evaluaremos tu caso específico y tomaremos la mejor decisión para tu salud y bienestar.
Además, en algunos casos, una histerectomía puede ser una opción preventiva, especialmente si tienes antecedentes familiares de algunos tipos de cáncer o estás en un alto riesgo de desarrollar cáncer de útero. En otras ocasiones, puede ser la última opción cuando los tratamientos conservadores no han sido efectivos.
Sea cual sea tu situación, lo más importante es que te sientas apoyada y bien informada para tomar la decisión que sea la mejor para ti.
Preguntas frecuentes sobre la histerectomía
A continuación, te respondo a algunas de las preguntas más habituales que nos soléis plantear en consulta.
¿Seguiré teniendo la regla?
Esta es la pregunta que más nos planteáis en consulta, y la respuesta es clara: no. Al no tener útero, la menstruación desaparece por completo, aunque tus hormonas se mantengan.
¿Cuánto tiempo dura la recuperación?
El tiempo de recuperación postoperatoria de una histerectomía puede ser más o menos breve, según sea el tipo de histerectomía y la causa que haya motivado la intervención quirúrgica. En general, la recuperación completa suele llevar entre 3 y 4 semanas.
Puede que necesites más tiempo en algunos casos de cáncer y de endometriosis, y menos tiempo cuando es necesario extirpar el útero por alguna otra causa.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
Como cualquier cirugía, la histerectomía conlleva ciertos riesgos, aunque son muy poco frecuentes.
Hoy en día, los procedimientos mínimamente invasivos, como la laparoscopia, son opciones seguras y modernas que nos permiten reducir el malestar, acelerar la recuperación y ayudarte a retomar tu vida normal lo más pronto posible. Nuestro equipo médico está bien preparado para prevenir y gestionar cualquier inconveniente que pueda surgir.
Lo más importante es que sigas todas las recomendaciones médicas y acudas a las revisiones postoperatorias para asegurarte de que todo está evolucionando correctamente.
¿La histerectomía garantiza la eliminación completa de los miomas?
Sí, una histerectomía total puede eliminar completamente los miomas uterinos, ya que se extirpa todo el útero. Sin embargo, si se realiza una histerectomía parcial (en la que se deja el cuello uterino), es posible que los miomas no se eliminen por completo si se encuentran en esa zona. Si los miomas son el motivo principal de la intervención, evaluaremos cuál es la opción más adecuada para ti.
¿Puedo quedar embarazada después de la histerectomía?
No, una vez que te hayas sometido a una histerectomía, no podrás quedar embarazada, ya que extirparemos el útero, que es el órgano donde se desarrolla el embarazo.
Si deseas ser madre en el futuro, es importante que hablemos antes de la cirugía para considerar otras opciones. Existen alternativas como la preservación de óvulos o embriones, así que no dudes en consultarnos para encontrar la mejor solución para ti.
¿Qué no debe hacer una mujer después de una histerectomía?
Es muy importante seguir las indicaciones de tu ginecólogo durante el proceso de recuperación. Generalmente, se recomienda guardar reposo relativo para permitir que tu cuerpo se recupere adecuadamente.
A medida que te sientas mejor, podrás comenzar a caminar por casa y hacer paseos cortos, pero debes evitar levantar peso, hacer ejercicio físico intenso o practicar deportes hasta que el ginecólogo lo autorice.
También es fundamental tener en cuenta otras precauciones: no debes bañarte ni usar tampones hasta que recibas permiso médico, y es recomendable esperar entre 4 a 6 semanas antes de reanudar las relaciones sexuales con penetración.
Sin embargo, si tienes alguna molestia, sangrado o cualquier otro síntoma que te preocupe, no dudes en contactarnos para asegurarte de que todo va bien.
En esta guía te compartimos consejos sobre cómo gestionar la recuperación después de una cirugía ginecológica.
Espero haber resuelto tus dudas. Si aún tienes más preguntas, no dudes en contactarnos; estaremos encantados de ayudarte.