Seguro que has oído hablar del Virus del Papiloma Humano (VPH). Se trata de la infección de transmisión sexual más común y puede tener un impacto significativo en la salud ginecológica de las mujeres. Aunque muchas personas infectadas con el VPH no experimentan síntomas y el virus suele desaparecer espontáneamente, en algunos casos puede persistir y causar graves problemas.
En este artículo, te explicamos los síntomas del papiloma humano en mujeres, los diferentes tipos de VPH, cómo se diagnostica y cómo se trata esta infección.
¿Qué es el papiloma humano?
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un grupo de virus que afectan la piel y las mucosas. Se han identificado más de 200 tipos de VPH. Sin embargo, solo algunos de ellos pueden infectar el área genital y causar verrugas genitales, mientras que otros están relacionados con el desarrollo de cáncer cervical y otros tipos de cáncer.
El VPH se transmite principalmente a través del contacto sexual, con o sin penetración vaginal, anal u oral. Se trata de una infección muy común en la población general y se estima que de 10 personas al menos 8 son portadoras del virus.
Síntomas generales del papiloma humano en mujeres
La mayoría de las personas con VPH no presentan síntomas, y en muchos casos, especialmente en las mujeres menores de 30 años el virus puede desaparecer por sí solo. Sin embargo, si el sistema inmunitario no logra controlar la infección, el VPH puede persistir durante años y provocar cambios en las células, aumentando el riesgo de cáncer con el tiempo.
El virus del papiloma puede permanecer inactivo durante largos períodos, por lo que a menudo se detecta años después de la infección inicial.
El virus del papiloma puede mantenerse inactivo durante largos períodos, lo que hace que a menudo se detecte años después de la infección inicial. Por esta razón, es muy importante realizar revisiones ginecológicas anuales.
Aunque la mayoría de las mujeres con VPH no experimentan síntomas, es importante estar atenta a las señales que podrían indicar una infección. Los síntomas pueden variar según el tipo de VPH y la gravedad de la infección. Veamos algunos de los síntomas más frecuentes:
Presencia de verrugas genitales
Una de las manifestaciones más comunes del VPH es la aparición de verrugas genitales. Estas verrugas pueden ser pequeñas, planas o elevadas, y a menudo tienen una textura rugosa. Aparecen en áreas como los genitales externos, la vagina, el cuello del útero y el ano. En algunos casos, las verrugas son demasiado pequeñas para ser visibles.
Dolor o molestias durante las relaciones sexuales
Aunque de forma infrecuente, el dolor durante las relaciones sexuales puede ser un signo de infección por VPH, especialmente si está acompañado de verrugas genitales. La irritación causada por las verrugas puede provocar dolor y malestar.
Picazón o ardor en la zona genital
La picazón o el ardor en la zona genital también pueden ser señales de una infección por VPH. Estos síntomas pueden ser causados por la irritación de las verrugas o por cambios en la piel debido al virus. La incomodidad puede variar desde leve hasta intensa, y puede empeorar con el tiempo si la infección no se trata.
Síntomas y signos según el tipo de VPH
Existen dos tipos principales de VPH:
- VPH de bajo riesgo: su síntoma más frecuente es la aparición de verrugas en los genitales, el ano, la boca o la garganta. Aunque son incómodos, rara vez conducen al cáncer.
- VPH de alto riesgo: normalmente no presentan síntomas, y esto puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer en áreas como el cuello uterino, el ano, la garganta o la boca.
VPH de bajo riesgo
Los tipos de VPH de bajo riesgo, como el VPH 6 y el VPH 11, a menudo no causan problemas graves y a menudo se asocian con síntomas visibles y menos graves.
- Verrugas genitales: son una de las manifestaciones más comunes del VPH de bajo riesgo. Pueden aparecer como pequeños bultos o protuberancias en los genitales externos, la vulva, el ano o dentro de la vagina. Las verrugas pueden ser planas, elevadas o con una textura rugosa. Aunque suelen ser indoloras, pueden causar picazón o molestias.
- Verrugas en el ano: también pueden presentarse en la zona anal e ir acompañadas de picores.
- Verrugas en la boca o la garganta: aunque esto es menos frecuente, el VPH de bajo riesgo puede causar verrugas en la boca o la garganta,
A pesar de que las verrugas genitales causadas por VPH de bajo riesgo rara vez se asocian con cáncer, es importante que, si detectas que te ha aparecido alguna, por muy pequeña que sea, pidas cita para recibir el tratamiento adecuado y descartar otras condiciones.
VPH de alto riesgo
Los tipos de VPH de alto riesgo, como el VPH 16 y el VPH 18, están asociados con un mayor riesgo de desarrollo de cáncer, especialmente si la infección persiste a lo largo del tiempo. Los síntomas de VPH de alto riesgo pueden incluir:
- Cambios en el cuello uterino: a menudo no hay síntomas evidentes hasta que los cambios en las células del cuello uterino se vuelven significativos. Estos cambios pueden ser detectados a través de exámenes de rutina como la citología (Papanicolaou).
- Síntomas relacionados con el cáncer: si el VPH de alto riesgo persiste y lleva al desarrollo de cáncer, los síntomas pueden variar según la ubicación del cáncer. En el caso del cáncer cervical, los síntomas pueden incluir sangrado vaginal irregular, sangrado durante las relaciones sexuales, flujo vaginal inusual, y dolor en la pelvis. Para el cáncer anal o de garganta, los síntomas pueden incluir sangrado, dolor o lesiones en el área afectada.
- Síntomas iniciales no específicos: en sus primeras fases, la infección por el VPH de alto riesgo puede no presentar síntomas visibles. Por ello, las revisiones ginecológicas regulares son fundamentales para identificar y tratar la infección antes de que pueda causar problemas graves.
Detección y diagnóstico – Cómo se diagnostica el VPH
La detección temprana del VPH es clave para gestionar la infección y prevenir posibles complicaciones. Aquí te explicamos cómo se lleva a cabo el diagnóstico del VPH:
Pruebas de detección del VPH
Para identificar la presencia del VPH, se utilizan varias pruebas específicas:
- Test de detección de VPH: esta prueba detecta la presencia del virus en las células del cuello uterino. Puede realizarse en conjunto con una citología cervical (Papanicolaou) para ofrecer una visión más completa de la salud cervical.
- Prueba de ADN del VPH: se centra en identificar el material genético del virus. Es particularmente útil para detectar tipos de VPH de alto riesgo que pueden estar asociados con un mayor riesgo de cáncer cervical.
Exámenes ginecológicos
Los exámenes ginecológicos son fundamentales para la evaluación general de la salud reproductiva y la detección de signos de infección por VPH:
- Citología cervical (Papanicolaou): en esta prueba examinamos las células del cuello uterino para identificar cambios anormales que podrían indicar una infección por VPH o el riesgo de cáncer cervical. Es una herramienta esencial para la detección temprana.
- Examen pélvico: nos permite revisar los órganos reproductivos para detectar anomalías visibles o signos de infección, como verrugas genitales. Es una parte clave del examen rutinario de salud ginecológica.
Biopsias y colposcopias
Si se encuentran anomalías durante las pruebas de detección o el examen ginecológico, se pueden realizar procedimientos adicionales para un diagnóstico más preciso:
- Colposcopia: este procedimiento utiliza un colposcopio, un instrumento con una lente de aumento, para examinar de cerca el cuello uterino, la vagina y la vulva. Nos permite observar áreas sospechosas con mayor detalle.
- Biopsia: consiste en tomar una pequeña muestra de tejido del cuello uterino, la vagina o la vulva para analizarla en el laboratorio. La biopsia ayuda a determinar si hay células anormales o lesiones precoces que podrían indicar cáncer o cambios precoces relacionados con el VPH.
Estos procedimientos son esenciales para obtener un diagnóstico preciso y para desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
La vacuna del virus del papiloma humano (VPH) ayuda a prevenir las verrugas genitales y las lesiones cervicouterinas de alto grado.
Los estudios han demostrado que las mujeres vacunadas contra el VPH tienen una probabilidad significativamente menor de desarrollar cáncer de cuello de útero. Sin embargo, aunque estés vacunada, es esencial que sigas realizando las revisiones ginecológicas periódicas a partir del momento en el que inicias tu actividad sexual, para que, de esta forma, podamos garantizar una salud óptima y detectar cualquier problema a tiempo.
Bibliografía:
- Instituto Nacional del Cáncer. «Virus del Papiloma Humano (VPH) y Cáncer.» Última modificación 12 de marzo de 2021. Fecha de consulta: 20 de agosto de 2024. https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/germenes-infecciosos/vph-y-cancer.