Una investigación en la que han colaborado universidades de España, Japón, Gran Bretaña y Dinamarca consigue desarrollar anticuerpos que reconocen células tumorales humanas, clave para avanzar en la creación de una vacuna contra el cáncer.
En el estudio, liderado por un equipo de la Facultad de Química de la Universidad de Sevilla y que ha sido publicado en Chemical Science, se señala que el siguiente paso para avanzar en la investigación de la vacuna contra el cáncer requiere la preparación a mayor escala de la vacuna y la realización de experimentos que muestren la eficacia de la vacuna en tumores humanos.
«Por el momento, los ensayos en dos tipos distintos de células de cáncer de mama indican que el reconocimiento supera el 85%. Esto es muy relevante y, aunque con el término cáncer nos referimos realmente a muchas enfermedades diferentes, estos datos, que no dejan de ser muy preliminares, apuntan a que el número de pacientes que podría beneficiarse de una vacuna de este tipo es elevado”, asegura Carmen Ortiz Mellet, autora principal del estudio.
La estrategia empleada para desarrollar la vacuna ha consistido en buscar que sea el propio sistema inmune el que identifique y combata la enfermedad».
Durante la investigación, una vez preparada la vacuna, se administró a ratones durante un periodo de ocho semanas para inmunizarlos. Tras esta etapa, se aislaron los anticuerpos del suero sanguíneo de los animales, se purificaron y se confirmó que reconocían eficazmente células tumorales humanas.
«Todos somos conscientes, más aún en estos días, de que el desarrollo de una vacuna y de cualquier medicamento requiere un periodo de tiempo relativamente largo, como mínimo de cinco años, con objeto de garantizar su seguridad», afirmó la investigadora.
Esta línea de investigación, la generación de anticuerpos contra un análogo no natural del antígeno, es única y, según resalta la científica, “abre nuevas oportunidades en el diseño de vacunas contra el cáncer”.
El sistema inmunitario reconoce y destruye sustancias que contienen antígenos. Un antígeno es una sustancia que se encuentra en la superficie de las células y que, una vez detectado por el sistema inmune, provoca una respuesta defensiva por parte del sistema inmunitario, que reconoce y se defiende de las bacterias, los virus, los hongos u otras sustancia extrañas, desencadenando la formación de anticuerpos, que es la defensa ante la enfermedad.
“El principio básico consiste en imitar la parte de carbohidrato de este antígeno presente en las células tumorales, de manera que sea lo suficientemente diferente como para que estimule de manera más potente el sistema inmune, pero lo suficientemente parecido como para que los anticuerpos que se generen reconozcan el antígeno Tn natural y eliminen así las células tumorales en el paciente”, explicó la investigadora.