Cuando se detecta un quiste ovárico (una “bolsita” con material líquido y/o tejidos), el primer paso para decidir el tratamiento más adecuado es contar con un diagnóstico preciso e individualizado que tenga en cuenta tanto el tipo de quiste, como las características y las circunstancias de la paciente.
Si el quiste no causa molestias, si no afecta a la fertilidad y tenemos la certeza de que no hay riesgo de malignidad, procedemos a controlar su evolución, esperamos un tiempo a que el quiste se disuelva de manera espontánea y comprobamos si desaparece o, por el contrario, aumenta de tamaño.
El tratamiento lo decidimos después de analizar el tipo de quiste, su tamaño, su evolución y los síntomas que produce, pero también tenemos en cuenta la edad de la paciente y si desea o no tener hijos en el futuro.
ANTICONCEPTIVOS HORMONALES Y/O TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
El tratamiento con anticonceptivos hormonales tiene por objetivo regular la menstruación, detener la ovulación y, de ese modo, prevenir, disminuir o evitar el desarrollo de nuevos quistes]El tratamiento quirúrgico (la extracción del quiste) es el tratamiento que recomendamos cuando se da alguna de las siguientes circunstancias:
- Si comprobamos que el quiste no desaparece de manera espontánea después de varios períodos menstruales.
- Si el quiste es grande.
- Si entre dos controles ginecológicos, comprobamos que el quiste está creciendo
- Si produce muchos síntomas (dolor, molestias, etc.)
- Si es un tipo de quiste que podría entrañar riesgos.
“No hay una manera eficaz de prevenir los quistes, pero es absolutamente recomendable acudir a las revisiones ginecológicas de forma regular y realizar exámenes pélvicos con frecuencia para, si es el caso, detectarlos lo antes posible”
REVISIONES GINECOLÓGICAS Y PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
No hay manera de prevenir los quistes, pero es absolutamente recomendable acudir a las revisiones ginecológicas de forma regular y realizar exámenes pélvicos con frecuencia para, si es el caso, detectarlos lo antes posible. En Women’s CD, cuando identificamos un quiste de ovario durante una revisión ginecológica explicamos a nuestra paciente que no debe alarmarse: una vez detectado, realizaremos una ecografía, un análisis de sangre, una resonancia magnética (si es necesaria) y decidiremos el tratamiento más adecuado.
Y siempre, en todo caso, además de valorar las características del quiste, para optar por el mejor tratamiento posible, hablaremos con nuestra paciente y tendremos en cuenta sus circunstancias personales y el deseo de quedarse embarazada en un futuro.