La menopausia es un período de transición en la vida de una mujer que trae consigo importantes cambios y síntomas que, con el tratamiento adecuado, pueden ser tratados, aliviados o prevenidos.
Es una etapa en la que surgen muchas preguntas: ¿Pueden evitarse los sofocos? ¿Es posible quedar embarazada durante la menopausia? ¿Cómo afectan estos cambios a la sexualidad? ¿Qué opciones existen para aliviar los síntomas?
Cada mujer vive la menopausia de manera única; no todas la experimentan a la misma edad ni con la misma intensidad de síntomas. Pueden aparecer sofocos, sequedad vaginal, alteraciones en el patrón de sueño y otros síntomas que afectan la salud, pero es importante saber que hoy en día contamos con avances médicos que permiten cuidar la salud de forma integral y personalizada.
Si tienes preguntas o inquietudes sobre la menopausia o cualquier aspecto relacionado con tu salud reproductiva o ginecológica, te recomendamos programar una consulta con un ginecólogo.
¿Quién trata la menopausia?
Los médicos especializados en el tratamiento de la menopausia y las cuestiones de salud reproductiva y ginecológica son los ginecólogos. Son profesionales que te ayudarán a gestionar los cambios que acompañan a la menopausia, proporcionándote orientación sobre las mejores opciones de tratamiento para aliviar los síntomas, asesorándote sobre la salud reproductiva y sexual, y cuidando de tu bienestar a largo plazo.
En Women’s, trabajamos en equipo con otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas, dietistas-nutricionistas y psicólogos, para brindarte atención médica y consejos adaptados a tus necesidades en todas las etapas de tu vida, incluyendo la menopausia.
¿Cuál es la edad promedio de la menopausia?
La edad promedio en la que las mujeres experimentan la menopausia generalmente ronda los 50 años. Sin embargo, el inicio de esta etapa vital puede variar significativamente de una mujer a otra. En la mayoría de los casos, ocurre entre los 45 y 55 años, pero algunas mujeres pueden comenzar antes o después debido a factores genéticos, estilo de vida, salud general y factores ambientales, como el tabaco o el consumo excesivo de alcohol.
¿Cuándo debes comenzar a visitar al médico durante la menopausia?
La edad ideal para comenzar a consultar a tu ginecólogo sobre los posibles efectos de la menopausia varía según tus circunstancias individuales. En general, es recomendable iniciar la conversación antes de que aparezcan los primeros síntomas, alrededor de los 40 años. En esta etapa, puedes comenzar a realizar cambios en tu estilo de vida que ayuden a prevenir enfermedades como la osteoporosis, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
A partir de este momento, es importante acudir al ginecólogo de manera regular para una revisión ginecológica completa, tanto para detectar y tratar cualquier anomalía como para recibir orientación sobre la prevención.
Si experimentas síntomas relacionados con la menopausia, como cambios en el ciclo menstrual, sofocos o cambios en el estado de ánimo, te recomendamos no esperar y programar una cita con tu ginecólogo. Si no tienes uno puedes solicitar una primera cita en Women’s, haciendo click aquí.
¿Qué enfermedades pueden desarrollarse durante la menopausia?
Durante la menopausia y la posmenopausia, el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades aumenta debido a cambios hormonales y otros factores. Algunas de estas enfermedades incluyen:
- Síndrome metabólico: un conjunto de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, como obesidad abdominal, presión arterial alta y niveles elevados de azúcar en sangre.
- Osteoporosis: la disminución de los niveles de estrógeno aumenta el riesgo de pérdida de densidad ósea y fracturas.
- Enfermedades cardiovasculares: el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta debido a la disminución de los niveles de estrógeno.
- Síndrome de ojo seco: la disminución de estrógenos puede causar sequedad ocular y molestias en los ojos.
- Enfermedades genitourinarias: la falta de estrógenos puede causar sequedad vaginal, dolor durante las relaciones sexuales y aumentar el riesgo de infecciones urinarias e incontinencia.
- Depresión y ansiedad: los cambios hormonales pueden influir en la salud mental y aumentar el riesgo de depresión y ansiedad.
Problemas de la menopausia a corto y medio plazo
Los problemas y síntomas de la menopausia a corto y medio plazo no afectan a todas las mujeres de la misma manera.
Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Sofocos y sudores nocturnos: oleadas de calor en la cara y el cuello, acompañadas de sudoración, que a menudo ocurren por la noche.
- Sequedad vaginal: puede causar molestias y dolor durante las relaciones sexuales.
- Cambios en la sexualidad: algunas mujeres experimentan una disminución del deseo sexual o cambios en la respuesta sexual.
- Incontinencia urinaria: aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario.
- Aumento de peso: puede ocurrir debido a cambios en el metabolismo y la distribución de grasa.
- Cambios en los niveles de colesterol y presión arterial: pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Problemas de sueño: como insomnio o despertares nocturnos.
- Fatiga y cambios en el estado de ánimo: irritabilidad, ansiedad, depresión y cambios en la concentración y la memoria.
Si estos síntomas te preocupan o afectan tu calidad de vida, es recomendable programar una cita con tu ginecólogo. Actualmente, existen opciones de tratamiento efectivas para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, así como para prevenir enfermedades futuras.
Problemas de la menopausia a largo plazo
La menopausia es una etapa en la que pueden surgir y persistir diversas patologías a largo plazo. Por lo tanto, es importante adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y atención médica personalizada para prevenir o aliviar los síntomas a lo largo de esta etapa.
Algunos de los problemas a largo plazo incluyen:
- Osteoporosis y riesgo de fracturas: la pérdida de densidad ósea aumenta el riesgo de fracturas.
- Pérdida de masa muscular: puede afectar la movilidad.
- Aumento de peso: puede ocurrir gradualmente debido a cambios metabólicos.
- Prolapso genital: debilitamiento de los músculos y tejidos del suelo pélvico.
- Atrofia vaginal: adelgazamiento y fragilidad del tejido vaginal.
- Infecciones urinarias recurrentes: pueden volverse más frecuentes.
- Riesgo cardiovascular: aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
- Cambios en la piel y el cabello: sequedad, pérdida de elasticidad y cambios en el cabello.
- Cambios en la sexualidad: disminución del deseo sexual y problemas urogenitales.
- Ansiedad y depresión: los síntomas físicos y hormonales pueden afectar el estado de ánimo.
Si experimentas problemas persistentes, te recomendamos programar una consulta con un ginecólogo, quien realizará pruebas diagnósticas y discutirá contigo las opciones terapéuticas para vivir esta etapa de tu vida con plenitud y bienestar.
Recuerda, siempre serás la persona que mejor cuide de ti. Mantente atenta a todas las señales que tu cuerpo te envía. ¡No permitas descuidarte!
