La miomectomía es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo para extirpar los miomas uterinos, tumores benignos muy frecuentes durante la edad fértil que crecen en el interior o a lo largo de las paredes del útero, esta causa es lo conocido como miomatosis uterina. La miomectomía es un tratamiento quirúrgico seguro y eficaz para la eliminación de miomas, adecuado para toda mujer con síntomas graves, y siempre posible cuando la paciente quiere conservar el útero.
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CUÁNDO ES NECESARIO PRACTICAR UNA MIOMECTOMÍA
Los miomas uterinos, también llamados fibromas o leiomiomas, pueden ser asintomáticos y pasar desapercibidos o, dependiendo del tamaño y de su ubicación, pueden causar síntomas como sangrado menstrual abundante o irregular, periodos menstruales que duran más de lo normal, molestias durante la relación sexual o subfertilidad y abortos espontáneos.
Tres mujeres de cada cuatro tendrán miomas en algún momento de su vida, pero solo una de cada cuatro sufrirá alguno de sus síntomas:
- Sangrado menstrual abundante
- Sangrado irregular
- Periodos menstruales que duran más de lo normal
- Sensación de peso en la parte baja del abdomen
- Necesidad de orinar con mayor frecuencia
- Estreñimiento inusual
- Anemia
- Molestias durante la relación sexual
- Subfertilidad y aborto espontáneo
- Dolor lumbar en la parte baja de la espalda si el mioma es grande
Si los miomas uterinos causan síntomas que afectan a la actividad cotidiana de la paciente o dificultan la posibilidad de llevar a término un embarazo, la miomectomía es el procedimiento quirúrgico más adecuado, porque permite extirpar los miomas, aliviar los síntomas y conservar el útero.
TIPOS DE MIOMECTOMÍA
La miomectomía o eliminación de los miomas uterinos, según sea el tamaño, la ubicación y la cantidad, se puede llevar a cabo por tres vías de acceso:
- A través del abdomen: Miomectomía abdominal.
- A través de la vagina y el cuello del útero: Miomectomía histeroscópica.
- A través de pequeñas incisiones en el obligo o muy cerca: Miomectomía laparoscópica.
MIOMECTOMÍA ABDOMINAL O LAPAROTOMÍA
La miomectomía abdominal es una intervención quirúrgica que consiste en extirpar los miomas realizando en la parte inferior del abdomen, como una cesárea, una incisión o corte abierto, frecuentemente horizontal y paralela a la cintura, por donde el cirujano accede al útero y procede a practicar la eliminación de los miomas.
La intervención puede requerir de 2 a 3 días de hospitalización, y la recuperación de la paciente puede suponer entre 3 y 4 semanas de reposo relativo.
MIOMECTOMÍA HISTEROSCÓPICA O HISTEROSCOPIA
La miomectomía histeroscópica es una intervención quirúrgica que consiste en extirpar los miomas (sin incisión o corte abierto) mediante el uso de instrumentos (histeroscopio o resectoscopio) que se hacen llegar hasta el útero a través de la vagina y el cuello uterino.
El histeroscopio está dotado de una luz y una cámara con la que se obtiene una imagen ampliada del interior del útero que se visualiza en una pantalla. Los miomas pueden extirparse con un histeroscopio que sirve para eliminar los miomas de la pared uterina mediante energía eléctrica, o con un morcelador histeroscópico con el que el cirujano corta manualmente el mioma.
La miomectomía histeroscópica es posible en caso de que los miomas causados por la miomatosis uterina tengan un tamaño adecuado y sobresalgan suficientemente en el útero.
La paciente suele recibir el alta el mismo día de la intervención, y la recuperación de la paciente puede suponer alrededor de 1 semana de reposo relativo.
MIOMECTOMÍA LAPAROSCÓPICA O LAPAROSCOPIA
La miomectomía laparoscópica es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que permite intervenir a la paciente y eliminar los miomas uterinos practicando pequeñas incisiones y sin tener que abrir el abdomen.
La cirugía laparoscópica, que es una opción menos invasiva que la abdominal, requiere por parte de los cirujanos una considerable experiencia, especialización y pericia.
En una miomectomía laparoscópica, se realizan unas pequeñas incisiones en el ombligo o muy cerca, por donde se introduce el instrumental quirúrgico y un tubo con una pequeña cámara (el laparoscopio) y se lleva a cabo la intervención para la extirpación de los miomas.
La miomectomía de Puerto Único o Single Port es cirugía laparoscópica que se realiza a través de una única micro-incisión en el abdomen (habitualmente en el ombligo) por la cual se introduce el instrumental quirúrgico, incluida la cámara que permite visualizar el interior.
La miomectomía robótica es cirugía laparoscópica asistida por un robot, una cirugía especialmente adecuada para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas de alta complejidad. Por medio de unos brazos robóticos y unas unas pinzas articuladas, el robot va trasladando en tiempo real y con absoluta fidelidad los movimientos de la mano del cirujano.
El uso del robot proporciona al cirujano una mayor seguridad para tratar áreas anatómicas de difícil acceso, facilita una visión ampliada del interior de la paciente, asegura el manejo estable de los instrumentos quirúrgicos y posibilita la máxima precisión de los movimientos de las manos del cirujano.
Las ventajas y beneficios de la miomectomía laparoscópica, una cirugía mínimamente invasiva, en comparación con la cirugía abierta convencional son numerosas:
- Menos dolor posoperatorio.
- Menos medicación.
- Menor reacción inflamatoria.
- Menor riesgo de infección.
- Estancia hospitalaria más corta.
- Recuperación de la paciente mucho más rápida.
- Resultados estéticos con frecuencia prácticamente imperceptibles.
La recuperación de una cirugía laparoscópica es más rápida que la de una miomectomía abdominal: la paciente puede recibir el alta el mismo día de la intervención, y su recuperación total puede suponer de 2 a 3 semanas de reposo relativo durante las cuales se le recomienda evitar ejercicio intenso.
CÓMO PREPARARSE PARA LA INTERVENCIÓN
Se recomienda a la paciente que los días previos a la intervención disminuya el estrés, no consuma tabaco (porque puede dificultar la recuperación postoperatoria), no tome alcohol durante las 48 horas previas a la intervención y que siga las indicaciones de su ginecólogo para mantener una dieta suave.
Es imprescindible que la paciente informe previamente a su cirujano sobre medicamentos, suplementos o remedios naturales que pueda estar tomando, para que este pueda indicarle cómo proceder los días previos a la intervención.
CÓMO SE LLEVA A CABO LA MIOMECTOMÍA LAPAROSCÓPICA
La cirugía laparoscópica se realiza a través de pequeñas incisiones indoloras por las que se introduce un tubo con una pequeña cámara (el laparoscopio) controlada por un segundo cirujano, que permite visualizar el interior del abdomen en una pantalla colocada en el mismo quirófano y orientar al cirujano por el interior del cuerpo.
- Para llevar a cabo la laparoscopia, se suele aplicar anestesia general.
- En lugar de abrir (como en un parto por cesárea), se realizan una o varias pequeñas incisiones indoloras muy cerca del ombligo.
- A través de las incisiones, se introduce gas (dióxido de carbono) para abombar el abdomen y proporcionar espacio y visibilidad al cirujano.
- Se coloca por la incisión un tubo con una pequeña cámara (el laparoscopio).
- Se introduce el instrumental quirúrgico (pinzas, bisturí y otros aparatos muy pequeños) que permite al cirujano manipular internamente sin tener que abrir el abdomen.
- La cámara permite visualizar el interior del abdomen en una pantalla colocada en el quirófano.
- Cuando concluye la intervención, se cierran las incisiones con puntos simples y muy frecuentemente la paciente es dada de alta el mismo día de la intervención.
CÓMO ES LA RECUPERACIÓN POSTOPERATORIA
El tiempo de recuperación de la miomectomía varía según haya sido la vía de abordaje:
- Miomectomía abdominal. Al tratarse de una cirugía abierta, esta opción terapéutica es la que requiere más tiempo de hospitalización y de recuperación postoperatoria. Frecuentemente, la intervención puede requerir de 2 a 3 días de estancia hospitalaria, y la recuperación puede prolongarse hasta 3 o 4 semanas.
- Miomectomía histeroscópica. Una vez llevada a cabo la miomectomía histeroscópica, la paciente puede recibir el alta el mismo día de la intervención, mientras que la recuperación postoperatoria puede suponer alrededor de 1 semana de reposo relativo, durante la cual se recomienda a la paciente que evite practicar ejercicio intenso.
- Miomectomía laparoscópica. La recuperación postoperatoria de una cirugía laparoscopia, una técnica quirúrgica no invasiva, es mucho más cómoda y rápida que la cirugía abierta convencional.
La paciente suele recibir el alta y abandonar el centro hospitalario el mismo día de la intervención, y la recuperación postoperatoria puede prolongarse hasta 2 o 3 semanas, durante las cuales se recomienda a la paciente que evite practicar ejercicio intenso.

Dr. Francisco Carmona
Director Médico de Women’s