Cáncer de útero

Cáncer de útero hace referencia a los distintos tipos de cáncer que pueden originarse en las diferentes partes del útero. Los cánceres de útero más frecuentes son:

• El cáncer de endometrio
• El cáncer cervical o de cérvix 
• El sarcoma uterino.

Si el diagnóstico es precoz y el cáncer es detectado en una fase inicial, la tasa de supervivencia tras el tratamiento es muy alta.

Si tienes molestias o dolor en la zona pélvica o en el abdomen, cuando mantienes relaciones sexuales con penetración o tienes sangrado o secreción vaginal anormal, pide cita con el ginecólogo. 

Tengas o no tengas síntomas, es esencial que una vez al año (o antes si te lo indica el ginecólogo) realices una revisión ginecológica completa.

La revisión ginecológica anual nos permite llevar cabo una buena prevención o, si es el caso, iniciar cuanto antes el tratamiento más oportuno. Pide cita ahora.

Tipos de cáncer de útero

Los cánceres de útero más frecuentes son el cáncer de endometrio, el cáncer cervical o de cérvix y el sarcoma uterino.

• Cáncer de endometrio 
  El cáncer de endometrio se origina en la capa interior del útero y es el más común de los cánceres originados en los órganos del sistema reproductivo. 

• Cáncer cervical 
  El cáncer cervical, también llamado cáncer de cuello uterino o cáncer de cérvix, se forma en el cuello del útero, parte inferior del útero que se conecta a la vagina. 
  
  La infección crónica del Virus del Papiloma Humano es la causa principal en la mayoría de los casos de cáncer cervical.
  
  El cáncer cervical es posible diagnosticarlo en fases preinvasoras mediante la revisión ginecológica y la realización de la citología cervical o Papanicolau.

• Sarcoma uterino 
  El sarcoma uterino suele formarse en la capa muscular externa del útero (miometrio) y representa entre el 1 y el 3 por ciento de los cánceres ginecológicos. 

Factores de riesgo del cáncer de útero

Los principales factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir cáncer de endometrio, el cáncer de útero más frecuente, son:

• Infección crónica del Virus del Papiloma Humano.
• Obesidad y sobrepeso.
• Diabetes.
• Antecedentes familiares (madre, hermana, hija) de cáncer de útero, ovario o colon.
• Antecedentes personales de cáncer de mama o de ovarios.
• Primera menstruación prematura y/o menopausia tardía.
• Cambios en el equilibrio hormonal.
• Ausencia de embarazos.
• El riesgo aumenta a medida que aumenta la edad.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de útero?

Los síntomas más frecuentes de cáncer de útero son:

• Sangrado o secreción vaginal anormal.
• Sangrado o secreción entre periodos menstruales.
• Regla más abundante o más prolongada de lo normal.
• Sangrado o secreción después de la menopausia.
• Dolor en la zona pélvica.
• Dolor en el abdomen o sensación de tener el abdomen lleno.
• Dolor durante las relaciones sexuales.
• Dificultad, molestias o dolor al orinar.
• Pérdida no buscada de peso.

Si detectas alguno de estos síntomas, pide cita con el ginecólogo y llevaremos a cabo las pruebas médicas que nos permitan descartar el cáncer de útero o iniciar el tratamiento más adecuado.

¿Cómo se diagnóstica el cáncer de útero? 

Las pruebas diagnósticas que solemos realizar para descartar el cáncer de útero o para alcanzar un diagnóstico seguro pueden incluir un examen físico inicial, una histeroscopia diagnóstica, pruebas de imagen y una biopsia de tejido uterino.

• Entrevista con el ginecólogo
  Recopilamos información sobre tus factores de riesgo personales y familiares.

• Exploración ginecológica
  Realizamos una exploración física en la que examinamos el útero, la vagina, los ovarios y el recto.

• Histeroscopia
  Llevamos a cabo una exploración visual directa del interior del útero por medio de un endoscopio (un tubo muy fino y flexible dotado con una cámara) en consulta, de forma ambulatoria y sin anestesia.

• Ecografía ginecológica vaginal
  La ecografía ginecológica vaginal es una prueba que realizamos en la consulta. 

• Biopsia
  La biopsia consiste en tomar una muestra de tejido para su posterior análisis en laboratorio.

• Analítica de sangre 
  En los casos en que el ginecólogo lo precise, realizaremos una analítica de sangre de los niveles de ciertos marcadores tumorales (sustancias producidas por células tumorales o por el propio cuerpo en respuesta a la presencia de un tumor).

Preservación de la fertilidad

Si te han diagnosticado cáncer de útero y estás en edad fértil, lo ideal es que preserves tu fertilidad. 

La criopreservación es una técnica de fertilidad fácil y segura que consiste en extraer y congelar una serie de óvulos no fecundados cuando son óptimos tanto su número como su calidad.

En Women’s, te explicaremos cómo funciona el proceso de criopreservación de óvulos, solucionaremos tus dudas y te aconsejaremos sobre el mejor momento para llevarla a cabo.

Tratamientos del cáncer de útero

El tratamiento del cáncer de útero depende del tipo de cáncer, de tu edad, de tu estado general de salud y de cuál sea el estadio en el que se encuentre el cáncer en el momento del diagnóstico.

Los tratamientos del cáncer de útero pueden incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Cirugía

Cuando los cánceres de útero  se diagnostican en estadios iniciales, por lo general el tratamiento más habitual es el quirúrgico y frecuentemente, dependiendo del estadio en que se encuentre, se añade radioterapia para completar el tratamiento.

Para un buen pronóstico, es esencial que eliminemos totalmente de las células cancerígenas. Por ello, la cirugía puede incluir la extirpación del útero (histerectomía) y la de los ovarios y las trompas de Falopio (salpingoovariectomía).

La histerectomía o extirpación quirúrgica del útero podemos realizarla mediante cirugía laparoscópica o mediante cirugía laparoscópica asistida por robot.

Cirugía laparoscópica

La cirugía laparoscópica es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que permite realizar la intervención quirúrgica practicando pequeñas incisiones.

No es necesario abrir el abdomen, no provoca dolor y las cicatrices son muy pequeñas y casi imperceptibles.

Es una opción terapéutica segura siempre que sea llevada a cabo por profesionales médicos altamente especializados y con la experiencia adecuada.

Al ser mínimamente invasiva, puedes recibir el alta y volver a su domicilio el mismo día en el que se realiza la intervención, el postoperatorio es menos doloroso y tu recuperación es mucho más rápida.

Cirugía robótica

La cirugía robótica en ginecología y obstetricia es cirugía laparoscópica mínimamente invasiva asistida por un robot. 

Es una cirugía especialmente adecuada para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas complejas, como el tratamiento de cáncer de endometrio cuando incluye la extracción de los ganglios linfáticos (linfadenectomía).

Todas las cirugías laparoscópicas ginecológicas pueden llevarse a cabo tanto por cirugía convencional como por cirugía robótica, pero el sistema robótico puede ser especialmente indicado como apoyo para las intervenciones quirúrgicas complejas en las que es esencial asegurar la máxima seguridad y precisión.

Radioterapia

La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerígenas y reducir el crecimiento del tumor en una parte específica del cuerpo.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza fármacos para destruir las células cancerígenas en todo el cuerpo. Se administra por vía oral, intravenosa o en forma de inyección y puede usarse como tratamiento principal o combinado con cirugía o radioterapia.

Seguimiento y controles del cáncer de útero

Cuando completamos el tratamiento, llevamos a cabo revisiones ginecológicas periódicas para verificar que no reaparece la enfermedad y para controlar los efectos secundarios del tratamiento.

• Primeros 2 años
  Realizamos controles ginecológicos cada 3 a 4 meses.

• Entre los 2 y los 5 años
  Realizamos controles ginecológicos cada 4 a 6 meses

• A partir de los 5 años: 
  Realizamos controles ginecológicos cada 12 meses.

Si sientes molestias o te parece que tienes algún síntoma, no esperes y pide cita con el ginecólogo. 

Realizaremos las pruebas médicas que nos permitan iniciar cuanto antes el tratamiento adecuado y eficaz.

Prevención del cáncer de útero

El riesgo de padecer cáncer de útero puede reducirse si mantienes hábitos de vida saludables y realizas revisiones ginecológicas con una periodicidad anual o cuando te lo aconseje el ginecólogo.

• Sigue una dieta equilibrada.
• Lleva a cabo ejercicio moderado con regularidad.
• No fumes.
• Vacúnate para prevenir la infección por virus del papiloma humano (VPH).
• Realiza tu revisión ginecológica con regularidad anual.
• Si tienes pérdidas de sangre anormales o sangrado en la menopausia,  acude sin demora a la consulta de tu ginecólogo

Pide cita con el ginecólogo si te parece tener algún síntoma inhabitual, como molestias en la zona pélvica o en el abdomen, sensación de hinchazón abdominal, sensación persistente de saciedad, molestias al orinar o sangrado vaginal.

Si tienes antecedentes familiares (madre, hermana, hija) de cáncer de ovario o antecedentes personales de cáncer de útero, cáncer de mama o colorrectal es importante que sigas las indicaciones del ginecólogo y pidas cita para llevar a cabo las revisiones con la periodicidad adecuada.

Revisión ginecológica anual

Es muy importante realizar anualmente una revisión ginecológica exhaustiva y completa a partir de los 25 años. Pide cita si crees que puedes tener algún síntoma o si hace más de un año que no has hecho una revisión.

La detección temprana del cáncer de útero es fundamental para alcanzar un diagnóstico precoz e iniciar cuanto antes el tratamiento más adecuado y eficaz.

En el control ginecológico anual revisamos el aparato genital,  con especial atención a la detección del cáncer ginecológico, de útero y de ovario, el cáncer de mama y las infecciones de transmisión sexual y otras patologías como endometriosis, ovarios poliquísticos o pólipos en el útero.