La doctora Montserrat Manubens, especialista en Ginecología y Obstetricia, es responsable de la Unidad de Menopausia de Women’s CD y un referente de extensa trayectoria en el estudio de la prevención, el tratamiento y el cuidado integral de la mujer en la menopausia.
Cuando acabo la jornada, lo que más me recompensa, lo que me permite descansar e irme a dormir tranquila, es sentir que he hecho bien mi trabajo”
Que va, durante el bachillerato me encantaban la literatura y la geografía. Luego dudé entre estudiar farmacia o medicina. Pero hace mucho tiempo que sé que hubiera cometido un grandísimo error si en el momento decisivo no hubiera decidido ser médico.
Cuando empecé no tenía claro qué especialidad me interesaba más. De hecho, durante la carrera presencié un parto, me mareé y lo pasé fatal.
Me ofrecieron la posibilidad de trabajar como medico ayudante en el Instituto Dexeus poco después de acabar la carrera, y entonces, al entrar en contacto con un sistema de trabajo diferente, descubrí que sí, que me gustaba mucho la obstetricia y que asistir a un parto era algo maravilloso y emocionante.
Al acabar la especialidad de ginecología y obstetricia, tuve la oportunidad de empezar a trabajar con el doctor Jose Maria Dexeus. En aquellos años, a mitad de los años 80, de la menopausia apenas se hablaba a pesar de ser una parte tan importante de la ginecología. Como se habían realizado pocos estudios a nivel mundial, nos planteamos el ilusionante reto de “abrir camino” y empezar como pioneros con el estudio y el tratamiento de la menopausia.
…y fue muy gratificante, porque empezábamos con tratamientos nuevos, mejorábamos muchísimo la calidad de vida de las pacientes y, la verdad, me entusiasmó tanto que, aunque había hecho obstetricia, me dedique mucho más a la menopausia. Hasta el día de hoy, que sigo viviendo la especialidad con toda intensidad e interés.
Siempre le he dado importancia a escuchar al paciente, pero con los años el trato con la paciente lo he ido viviendo cada día de manera más relajada.
Es muy importante que los pacientes, tanto hombres como mujeres, expliquen y hablen”
Sí, en la consulta hablamos más, porque es muy importante que los pacientes, tanto hombres como mujeres, expliquen y hablen. Si les escuchas, la mayoría de las veces ellos te orientan en lo que tienen, tú te enriqueces y, a menudo, las mismas pacientes acaban por acercarte al diagnóstico.
Primero, buscaría que fuera trabajadora y buena persona, que llevara a cabo su labor con ilusión y que le gustara mucho lo que hace, porque si trabaja con ilusión, lo pondrá todo de su parte.
Sí, siempre más “persona” y menos “pantalla”: que hable con la paciente, que le escuche, que no deje de mirarle a la cara todo el tiempo.
Si pudiese, llevaría los avances médicos de Europa a todos los puntos del planeta, para que todos los humanos pudiéramos disfrutar de la misma medicina y de los mismos recursos.
Ahora mismo, como sociedad, la gente prefiere que le digas que se tome una pastilla a que le digas que practique deporte, que mantenga una buena alimentación o que evite consumir productos tóxicos.
Yo le daría mucha más importancia a la difusión de la prevención, porque podríamos evitar, por ejemplo, muchas cardiopatías u osteoporosis, y mejorar nuestra calidad de vida si enseñáramos a los más pequeños que alimentarse bien y a hacer ejercicio regular es esencial para preservar su salud.
A la mujer de hoy le diría que no deje de ser ella, que defienda sus derechos y que procure hacer aquello que considera que le va a hacer feliz”
…le diría que no deje de ser ella, que defienda sus derechos, que haga prevalecer sus ilusiones tanto en el trabajo como en lo personal, que se esfuerce al máximo por conseguir lo que desea, que no se deje vencer y que procure hacer aquello que considera que le va a hacer feliz.
…porque a la larga si una mujer está todo el día pensando en los demás, en el trabajo, en la familia, en un sinfín de obligaciones, la salud se resiente y es posible, incluso, que tenga síntomas y que no les haga caso porque tiene la mirada puesta en otras cosas.
Cuando acabo la jornada, lo que más me recompensa, lo que me permite descansar e irme a dormir tranquila, es sentir que he hecho bien mi trabajo y he atendido de manera acertada a mis pacientes.
Si salgo de la consulta y no tengo ninguna paciente que me preocupe, yo ya estoy relajada. Y luego, además, con algo sencillo como leer una buena novela, pasear por Barcelona y sentarme a tomar un café, o disfrutar en el cine de una película, ya estoy satisfecha.
Puede sonar excesivo, pero yo veo Women’s como una familia en la que se trabaja muy a gusto y en equipo. Y eso, esa serenidad y esa empatía con la que realizamos nuestra labor, la perciben y la sienten nuestras pacientes.
Women’s, a tu lado
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