Autoras:
Dra. Montserrat Manubens
Stéphanie Kauffmann
El primer paso es acudir a la consulta del especialista, hablar con él y explicarle lo que ocurre. Es fundamental que tu ginecólogo conozca tus circunstancias personales y realice el estudio necesario (exploración física, estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos) para llegar al diagnóstico correcto e iniciar el tratamiento más efectivo.
Según sea el tipo de incontinencia urinaria, los tratamientos incluyen fármacos, fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico y diferentes soluciones quirúrgicas.
Para decidir e iniciar el tratamiento más adecuado, es muy importante conocer los síntomas y esclarecer el tipo de incontinencia y sus causas.
Tipos de incontinencia
- Si cuando ríes, toses, estornudas o levantas pesos se produce un escape involuntario de orina, podría tratarse de Incontinencia Urinaria de Esfuerzo.
- Si tienes la necesidad repentina de orinar (cuando oyes correr el agua o estas a punto de llegar a casa), pero no puedes hacer nada por impedirlo, podría tratarse de Incontinencia Urinaria de Urgencia.
- Si se combinan los síntomas o las circunstancias, podría tratarse también de una incontinencia mixta, de esfuerzo y de urgencia.
- Y, en cualquier caso, pueden haber otras causas que resulta imprescindible detectar, como enfermedades neurológicas, alteraciones de la uretra, consumo de ciertos medicamentos, etc.
Cómo prevenir o minimizar la incontinencia
En Women’s sabemos que cuidarse y hacer una buena prevención puede ser el mejor tratamiento para la incontinencia urinaria.
Por ello, a nuestras pacientes les recomendamos lo siguiente:
- Después del embarazo (y en tus revisiones anuales) es imprescindible que tu ginecólogo compruebe el estado de la musculatura del suelo pélvico y te aconseje sobre cómo hacer una buena prevención.
- Mantén una dieta equilibrada y evita el sobrepeso.
- Si fumas, déjalo y evita la tos crónica.
- Reduce o elimina de tu dieta el consumo de café, té, alcohol, bebidas gaseosas y comidas picantes.
- No bebas antes de irte a dormir ni antes de practicar ejercicio físico.
- Aumenta el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.
- No te “aguantes” y orina de manera regular para no forzar la vejig
- Evita los ejercicios o deportes de impacto.
- Ejercita y refuerza la musculatura que rodea la zona vaginal y anal del suelo pélvico, pero hazlo siempre con el asesoramiento de un fisioterapeuta especializado,
Y recuerda que, por mínimo que sea el síntoma, por anecdótico que parezca, es aconsejable que acudas a la consulta de tu ginecólogo porque cuanto antes apliquemos las medidas adecuadas, más fácil será conseguir que la situación se solucione.