Autor:
Dra. Emma Ribas
El duelo por la muerte de un hijo durante el embarazo, el parto o a los pocos días de nacer no es una enfermedad, pero puede llegar a serlo si no se hace una adecuada elaboración del proceso o no se busca solución para los síntomas. Por ello, es importantísimo encontrar el espacio, el tiempo y la ayuda necesaria para poder elaborar la pérdida.
Es frecuente que los profesionales nos encontremos en la consulta con pacientes con sintomatología depresiva o malestares repentinos, que ignoran que se trata de un duelo no resuelto que empieza a emerger.
Algunos duelos se viven en soledad porque no existen otras personas a las que afecte la pérdida, porque familiares y amigos restan importancia a los sentimientos o apresuran a los padres a retomar la vida “normal” o porque quien la padece se ve obligada, por condicionantes sociales, a mantener el silencio, como en el caso de un aborto gestacional que nadie conoce.
Cuando el entorno dice “Olvídalo”, “Mejor ahora que después”, “Anímate” o “Eres joven, tendrás más hijos” está negando la realidad y favoreciendo que el duelo no se desarrolle de manera adecuada.
Herramientas para afrontar el duelo
El duelo es un proceso normal de elaboración y aceptación de una perdida. Si negamos el dolor, impedimos que el duelo progrese de manera natural. Por ello, para poder recibir apoyo y comprensión, es necesario romper el silencio.
Para enfrentarnos al proceso de duelo, hay una serie de herramientas que pueden ayudar:
- Identifiquemos las pérdidas que hemos sufrido a través de la elaboración de un listado cronológico de la propia línea vital: ¿parece que se ha sido capaz de elaborar los duelos?, ¿aún causan dolor?
- Démonos espacio y permiso para sentir. No ahoguemos el dolor mediante la distracción o saturando nuestra agenda a fin de carecer de tiempo para ser conscientes de lo que está pasando.
- Verbalicemos las emociones, otorguémonos permiso para no callar los sentimientos: el miedo, la furia, la tristeza, el dolor… La terapia narrativa propone un conjunto de técnicas para facilitar nuestra expresión emocional, una de las cuales consiste en escribir una carta de despedida al ser amado perdido.
- Comuniquémonos con nuestro entorno y compartamos con él nuestros sentimientos, para favorecer que este sepa respetar nuestro espacio.
- Seamos pacientes: ocasionalmente, podemos encontrarnos con personas incapaces de entender el proceso de duelo o que hacen comentarios inapropiados sin malicia alguna.
El duelo requiere tiempo
A pesar de que en nuestra sociedad todavía es un tabú, que se tiende a silenciar y que no se deja espacio para expresar el dolor, hay que tener en cuenta que, si un duelo no se elabora, puede enquistarse.
Es importante darle al duelo el tiempo que requiere para ser elaborado apropiadamente, con el objeto de evitar que se prolongue y que se estanque.
Es un camino difícil de transitar, pero es vital que evitemos que el duelo se cronifique.
Por ese motivo, En Women’s contamos con un equipo de psicólogos especializados en esta clase de pérdidas, con experiencia en proporcionar apoyo en el duelo y con la sensibilidad imprescindible para atender y acompañar a las personas que lo necesitan.