La preeclampsia, con una incidencia que oscila según la OMS entre 2 y 10 embarazos de cada 100, se caracteriza, entre otros síntomas, por una peligrosa elevación de la presión arterial que, en los casos más graves, puede poner en riesgo la vida de madre e hijo.
Una de las principales complicaciones del embarazo, la preeclampsia, se manifiesta generalmente después de las 20 semanas de embarazo, (aunque también puede presentarse antes, durante el parto o en los días inmediatamente posteriores al parto) en mujeres cuya presión arterial suele haber sido normal hasta ese momento.
La preeclampsia, cuyas causas se desconocen, se caracteriza por una presión arterial alta y por elevados niveles de proteínas en la orina. Si no se detecta y se trata a tiempo, puede poner en grave riesgo la salud y la vida de la madre y del bebé.
Recientemente, un grupo de investigadores de EE.UU. ha logrado predecir mediante un análisis de sangre qué embarazadas sufrirán preeclampsia semanas antes de que se presenten los síntomas y la enfermedad sea detectable.
En el torrente sanguíneo de la madre hay material genético y proteínas procedentes del feto y la placenta que pueden llegar a ser una ventana para la observación y el control del embarazo y su progresión”
La preeclampsia se inicia en el mismo momento en que se forma la placenta y los síntomas no suelen aparecer hasta después de la semana 20 del embarazo, pero, con este análisis de sangre, la detección se realizó de media con 6 semanas de antelación.
Con esta investigación, cuyos datos se han publicado recientemente en Nature, se ha constatado que al analizar el ARN circulante en la sangre de la madre es posible detectar diferencias entre las mujeres que terminaron por desarrollar preeclampsia y las que no lo hicieron.
Tras esta investigación en la que se analizaron datos de 1840 embarazos y más de 2500 muestras de plasma almacenadas se ha conseguido mostrar, afirman en su estudio los investigadores, que mediante el material genético de una sola extracción de sangre se puede rastrear la progresión del embarazo a nivel placentario, materno y fetal y se puede predecir de manera sólida la preeclampsia, con una sensibilidad del 75 %.
CONTROL DEL EMBARAZO
Durante el embarazo, el número y frecuencia de las visitas ginecológicas de control dependen de cada caso, pero en general se recomienda realizar una visita mensual durante las 32-34 primeras semanas, una visita quincenal hasta la semana 38 y una vista semanal hasta el momento del parto.
Además de plantear y solucionar las posibles dudas o preocupaciones de la paciente, las visitas ginecológicas del embarazo tienen por objetivo llevar a cabo controles ecográficos, control de peso, toma de tensión arterial y análisis de sangre y orina, a fin de conocer y controlar en todo momento el buen en estado de salud del feto y de la madre.