Las enfermedades de transmisión sexual son las causadas por microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) que se transmiten por sangre, semen y fluidos vaginales, principalmente durante las relaciones sexuales.
Algunas de las ETS más frecuentes son el Virus del Papiloma Humano (VPH), la clamidia, la gonorrea, la sífilis, el herpes genital y el VIH o SIDA.
Sí, prácticamente nos referimos a lo mismo. Un ETS es una “Enfermedad de Transmisión Sexual” y una ITS es una “Infección de Transmisión Sexual”.
Sí, se puede estar contagiado y no saberlo, porque algunas ETS no provocan síntomas, y los síntomas de algunas ETS pueden ser muy leves o aparecer días, semanas o meses después del contagio.Por el aspecto físico NO podemos no saber si una persona tiene o no tiene una infección, por lo que muchas personas no saben que padecen una ETS.
Las ETS se pueden transmitir por sangre, semen o fluidos corporales, generalmente durante las relaciones sexuales con penetración y sexo oral, pero también por contacto piel / mucosa y compartiendo objetos utilizados en las relaciones sexuales.
Sí, las ETS se pueden contagiar de manera no sexual. Por ejemplo, de madre a hijo durante el embarazo o el parto, y también través de transfusiones de sangre.
Sí, algunas ETS se pueden contagiar cuando se perfora una parte del cuerpo para colocar pendientes o adornos (piercing) o cuando se hace un tatuaje.
Sí, en la práctica de sexo oral hay riesgo de contagio de ETS, porque entran en contacto las mucosas de genitales y boca.
Sí, sin eyaculación también hay riesgo de contagio de ETS.
Sí, algunas infecciones de transmisión sexual se pueden transmitir durante el embarazo (a través de la placenta), en el parto (a través de las secreciones vaginales) o después del parto (a través de la leche materna). Pero si el diagnóstico es precoz y el tratamiento es el adecuado, en la mayoría de los casos se puede prevenir la infección en el feto y el recién nacido.
Los síntomas más frecuentes de las ETS, que pueden no aparecer nunca o pueden tardar días, semanas o meses en presentarse, son los siguientes:
– Llagas o úlceras en los genitales, en la zona perianal y/o en la boca.
– Bultos o protuberancias en las ingles, que pueden o no ser dolorosos.
– Fiebre.
– Erupciones cutáneas en tronco, manos o pies.
– Ardor o molestias al orinar o con las relaciones sexuales.
– Dolor y secreción rectal.
– En mujeres: flujo vaginal inusual (en cantidad, consistencia, olor).
– En hombres: molestias en la eyaculación y secreción con aspecto de pus por la uretra.
Siempre es conveniente realizarse exámenes ginecológicos anuales, pero si crees que tienes síntomas o te preocupa la posibilidad de haberte contagiado o has mantenido relaciones sexuales sin protección, no te automediques, pide cita con tu ginecólogo y acude a tu centro médico.
Si te diagnostican una ETS, comunícaselo a la persona o personas con las que hayas mantenido relaciones sexuales, para que puedan acudir a su centro médico, examinarse y recibir el tratamiento adecuado.
Para disminuir el riesgo de contagio, es conveniente utilizar preservativos masculino o femenino durante las relaciones sexuales (incluido el sexo oral), no compartir objetos que corten (cuchillas de afeitar, agujas, etc.), no compartir juguetes sexuales si no se cubren con un preservativo y, para perforar la piel con tatuajes y piercings, utilizar únicamente material desechable o esterilizado.