La mitad de las mujeres durante la menopausia y dos de cada diez mujeres en edad reproductiva padecen molestias vulvovaginales como, por ejemplo, sequedad, sensación de irritación, picor, escozor al orinar o dolor en las relaciones sexuales.
Todas estas molestias, incómodas y muy frecuentes, perjudican la vida social y de pareja, y afectan a la autoestima de las mujeres que las padecen.
Sin embargo, solo una de cada cuatro mujeres consulta a su ginecólogo y se plantea buscar activamente una solución a lo que los médicos denominamos atrofia vaginal o síndrome genitourinario de la menopausia.
¿Por qué tres de cada cuatro mujeres con síntomas no buscan una solución?
Probablemente porque no saben que actualmente disponemos de tratamientos muy efectivos, porque les da vergüenza hablar de sus síntomas o porque consideran que, con la llegada de la menopausia, es “normal” padecer estas molestias.
Salud vaginal
Desde la primera hasta la última regla, la salud vaginal está preservada por los estrógenos, la principal hormona sexual femenina, responsables del mantenimiento, de la flexibilidad, la lubricación y el correcto funcionamiento vulvovaginal.
En la menopausia, el embarazo, el parto y la lactancia o en pacientes tratadas con quimioterapia o radioterapia, las mujeres dejan de tener estrógenos, y todos los órganos protegidos por ellos, como la vagina y la vulva, sufren una desprotección que, si no tratamos convenientemente, puede conllevar que se experimenten profundas incomodidades en el bienestar íntimo.
Síntomas frecuentes
Los síntomas más frecuentes del síndrome genitourinario, cuya intensidad aumenta progresivamente si no los tratamos, son los siguientes:
- Picor genital
- Sensación de ardor
- Sequedad vaginal y lubricación deficiente
- Escozor al orinar
- Urgencia o incontinencia urinaria
- Infecciones genitales
- Dolor en las relaciones sexuales
- Sangrados vaginales tras mantener relaciones
Si tenemos en cuenta que la esperanza de vida de una mujer española ronda los 90 años, y la última regla la tendrá alrededor de los 50, muchas mujeres podrían sufrir estos síntomas durante la mitad de su vida o, incluso, más tiempo si se trata de mujeres jóvenes tras varios partos o en tratamiento oncológico.
No nos conformemos, no suframos estas incomodidades cuando podemos evitarlas: es importante que sepamos que actualmente contamos con soluciones eficaces que nos permiten revertir los síntomas derivados de la falta de estrógenos.
En Women’s disponemos de tratamientos muy efectivos, soluciones no quirúrgicas y no farmacológicas, como los tratamientos de láser vaginal que potencian la salud vaginal, disminuyen o eliminan los síntomas y mejoran la calidad de vida.
