Los distintos tipos de embarazo pueden clasificarse según varios criterios. Por la ubicación del embrión, por ejemplo, podemos clasificar el embarazo de intrauterino, que es cuando el embrión se implanta y se desarrolla correctamente dentro del útero. O podemos clasificarlo como ectópico, que es cuando el embrión se implanta en la cavidad abdominal, es decir, fuera del útero.
Pero también es posible distinguir el tipo de embarazo según el número de embriones (embarazo único o múltiple), según la duración del embarazo y el desarrollo fetal (a término, prematuro o postérmino) o según el riesgo (de bajo o alto riesgo).
Ten en cuenta que cada mujer es única y que también lo es cada embarazo. Por ello, es importante que durante esta etapa de tu vida dispongas de la atención ginecológica y obstétrica más adecuada para cuidar de tu salud y la de tu bebé, para disfrutar de una experiencia lo más amable y segura posible.
¿Cómo se determina el tipo de embarazo?
El tipo de embarazo y su evolución se determinan mediante un seguimiento médico continuo que incluye visitas con tu ginecólogo, ecografías y pruebas médicas. Estas son las visitas que realizamos en Women’s:
- En la primera visita, entre las semanas 6 a 9, realizamos la ecografía inicial “de viabilidad” para observar la localización del embarazo, el numero de embriones, su tamaño y la presencia de actividad cardíaca. Además observamos el útero y los ovarios para descartar posibles patologías, como miomas o quistes.
- En la segunda visita, entre las semanas 11 a 13, llevamos a cabo el cribado del primer trimestre para evaluar el riesgo de alteraciones cromosómicas. El cribado consta de una parte bioquímica (una extracción de la sangre a la mamá donde estudiamos algunas proteínas producidas por la placenta) y una parte ecográfica (ecografía con la que valoramos la morfología del feto y la estructura de la placenta y del útero).
- La ecografía de la semana 16 es opcional, pero muy recomendable en todas las gestaciones como herramienta de diagnóstico precoz y, sobre todo, en casos con antecedentes de alteraciones, en algunas patologías de los padres y en los casos con sospecha de malformaciones o cribado de primer trimestre de alto riesgo. Con ella tenemos la oportunidad de valorar de manera muy precoz que el desarrollo de los órganos fetales es correcto y avanzar el diagnóstico de posibles alteraciones anatómicas del bebé.
- Entre las semanas 20 a 21, con la ecografía morfológica de segundo trimestre, se vuelve a realizar un estudio detallado de toda la anatomía fetal, su crecimiento, la cantidad de líquido amniótico, y se estudian la placenta, el cordón umbilical y la estructura uterina.
- Entre las semanas 24 a 28 llevamos a cabo la analítica de segundo trimestre junto a la prueba para descartar el desarrollo de diabetes gestacional.
- Entre las semanas 32 a 34, realizamos la ecografía del tercer trimestre, valoramos el crecimiento del feto (su peso, sus medidas, su colocación y su bienestar) y llevamos a cabo el repaso anatómico sistemático con especial hincapié al diagnóstico de posibles patologías evolutivas en los órganos que maduran a lo largo de la gestación como corazón, cerebro y riñones.
- Entre las semanas 35 a 37, realizamos el cultivo vagino-rectal para detectar una bacteria (el estreptococo agalactiae) y descartar complicaciones de la gestación. Además, realizamos un control de la presentación del bebé en el vientre materno.
- Y, en las últimas tres visitas antes del parto, monitorizamos y controlamos el bienestar y la salud del bebé, sus movimientos, la frecuencia cardiaca y la actividad uterina así como el bienestar de la mamá, su peso y tensión, y eventuales molestias que pueda tener en esta fase.
En Women’s, este seguimiento integral nos permite llevar a cabo un control personalizado de tu embarazo, prevenir posibles dificultades o proporcionarte los cuidados más adecuados cuando lo requieran tus circunstancias y las de tu bebé.
¿Qué 8 tipos de embarazo existen?
La clasificación de los tipos de embarazo se puede realizar según diferentes criterios. Cada tipo de embarazo presenta distintas características y puede requerir diferentes niveles de atención médica. La identificación temprana y el manejo adecuado de cualquier tipo de embarazo son fundamentales tanto para la salud materna como para la salud fetal.
A continuación, te explicamos las características de 8 tipos de embarazo.
Embarazo intrauterino
El embarazo intrauterino es el embarazo más frecuente. Una vez fecundado el óvulo por el espermatozoide, viaja por las trompas de Falopio hasta implantarse en la cavidad uterina. En este momento, podemos considerar que comienza el embarazo y el inicio del desarrollo del embrión.
Embarazo ectópico
Después de la fertilización, el óvulo viaja por la trompa de Falopio hacia el útero. En un embarazo ectópico, sin embargo, el óvulo fertilizado se implanta en sitios diferentes, como en la estructura de las trompas de Falopio o, en casos menos comunes, en el cuello uterino, en el ovario o en la cavidad abdominal.
El embarazo ectópico es inviable, porque el embrión no puede desarrollarse adecuadamente fuera del útero y puede poner en peligro la vida de la mujer.
Tener un embarazo ectópico puede aumentar el riesgo de tener otro embarazo del mismo tipo en el futuro. No obstante, la mayoría de las mujeres que han tenido un embarazo ectópico pueden volver a concebir y llevar a término un embarazo normal (intrauterino) en el futuro.
Embarazo a término completo
Un embarazo a término completo es el que llega a su fin y alcanza las aproximadamente 40 semanas de gestación desde el primer día del último período menstrual hasta el parto.
Embarazo pretérmino
Un embarazo pretérmino ocurre cuando el parto se produce antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación. Aunque el bebé puede estar casi completamente desarrollado, el nacimiento prematuro puede conllevar algunos riesgos para la salud del recién nacido. Los bebés pueden necesitar cuidados intensivos neonatales y una atención médica especializada durante un periodo de tiempo determinado, antes de poder ir a casa y hacer vida normal.
Diferenciamos los partos pretérmino en función de la edad gestacional en la que se produce el parto:
- Prematuro extremo: antes de las 28 semanas de gestación.
- Prematuro grave: entre las 28 y 32 semanas de gestación.
- Prematuro moderado: entre las 32 y 34 semanas de gestación.
- Prematuro leve: entre las 34 y 37 semanas de gestación.
Embarazo postérmino
El embarazo postérmino ocurre cuando la gestación se extiende más allá de las 42 semanas. Dado que en estas circunstancias los riesgos para la salud tanto de la madre como del bebé pueden aumentar, es recomendable optar por inducir el parto.
Embarazo múltiple
El embarazo múltiple implica la gestación de más de un feto. Los embarazos múltiples pueden clasificarse en gemelares (dos fetos) o en múltiples (tres o más fetos), y pueden ser del mismo óvulo (monocigóticos) o de óvulos diferentes (dicigóticos).
Los embarazos múltiples pueden implicar mayores riesgos para la madre y para los bebés, y requieren una atención médica individualizada.
A efectos prácticos clasificamos las gestaciones gemelares en bicoriales (cada feto tiene su propia placenta) y gestaciones monocoriales (donde los fetos comparten la misma placenta), siendo estos últimos embarazos considerados de alto riesgo que requieren controles más frecuentes.
Embarazo molar
El embarazo molar ocurre cuando hay un desarrollo anormal del tejido embrionario en el útero. Este tipo de embarazo generalmente no es viable y, en muchos casos, se necesita un legrado uterino para eliminar el tejido anormal y prevenir futuras complicaciones.
Embarazo de alto riesgo
Un embarazo se considera de alto riesgo cuando existen condiciones médicas preexistentes, complicaciones que pueden surgir durante la gestación o factores que aumentan la posibilidad de complicaciones para la madre, para el feto o para ambos durante el embarazo, el parto o después del parto.
¿Cómo se clasifican los embarazos según el riesgo?
Los embarazos se clasifican según el riesgo en función de varios factores que pueden afectar la salud de la madre y la salud del feto. Es importante destacar que la clasificación del riesgo puede cambiar a lo largo del embarazo, a medida que se descubren nuevos factores o se resuelven dificultades previas.
Un embarazo de alto riesgo requiere un seguimiento médico más cercano (consultas más frecuentes), una atención médica especializada, posibles pruebas médicas adicionales, eventual uso de medicamentos y cambios en el estilo de vida para minimizar los riesgos y promover el bienestar tanto de la madre como del bebé.
Según las causas, existen diferentes grados de riesgo y muchos posibles tipos de embarazos de riesgo. Puede ser por la edad de la mujer (menor de 17 o mayor de 35 años), porque se trata de un embarazo múltiple (2, 3 o más fetos, gestaciones monocoriales), porque la madre tiene enfermedades crónicas (como obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, renales o autoinmunes, cáncer, entre otras), o porque hay antecedentes de complicaciones en embarazos anteriores (como parto prematuro, preeclampsia, abortos espontáneos recurrentes o embarazo ectópico), o por condiciones del embarazo actual (gestación tras fecundación in vitro, patologías específicas del embarazo, entre otras causas).
Embarazo de bajo riesgo
Este tipo de embarazo implica que la madre no tiene problemas médicos preexistentes importantes, no experimenta complicaciones durante el embarazo actual y tanto ella como el feto están sanos. Aunque el embarazo se considere de bajo riesgo, es necesario llevar a cabo un seguimiento periódico y mantener los cuidados prenatales adecuados.
Embarazo de riesgo intermedio o moderado
El embarazo de riesgo moderado implica la presencia de uno o más factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de complicaciones durante el embarazo, el parto o el posparto y afectar la salud de la madre o del feto. Puede requerir una atención prenatal más vigilante y, en algunos casos, una supervisión especializada.
Embarazo de alto riesgo materno o fetal
En los embarazos de alto riesgo hay factores que aumentan la probabilidad de complicaciones durante el embarazo o el parto. La atención prenatal es más especializada y requiere un monitoreo más frecuente. Estos embarazos precisan una atención y un manejo altamente especializados debido al mayor riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el feto.
Atención y seguimiento del embarazo en Barcelona
En Women’s estamos a tu lado durante el embarazo, el parto y el posparto, con un equipo de especialistas integrado por ginecólogos expertos en medicina materno-fetal, comadronas, fisioterapeutas y nutricionistas con una gran experiencia, tanto en embarazos de bajo riesgo, como en embarazos de alto riesgo.
Desde la primera visita, tu ginecólogo y su equipo llevarán a cabo un exhaustivo seguimiento de tu embarazo y te proporcionarán una atención integral e individualizada, a la medida de tus necesidades y circunstancias personales.