Autor:
Dra. Emma Ribas
Ante la falta de deseo sexual, en Women’s realizamos un abordaje multidisciplinar de la persona o, incluso, si es necesario, de la pareja. Resulta esencial llevar a cabo una valoración psicológica, como complemento de un análisis médico o biológico, para obtener un buen diagnóstico.
La falta de deseo sexual no se debe banalizar y, por ello, es preciso averiguar las razones que propician la inapetencia, tanto las de primer nivel, como las más profundas.
A partir de esta información, en Women’s creamos una terapia sexual sumamente individualizada y flexible.
¿Cómo te podemos ayudar para reactivar el deseo sexual?
La sexología (la ciencia que estudia el sexo) aporta soluciones a los distintos trastornos sexuales y es eficaz en personas de cualquier edad, sexo u orientación sexual
En Women’s, con una terapia adecuada y personalizada…
- Relajaremos el cuerpo y la mente.
- Reduciremos el malestar psicológico, el estrés y la ansiedad.
- Aprenderemos a escuchar a nuestro cuerpo y a regular las emociones.
- Facilitaremos la empatía y la comunicación en la relación de pareja y, así, fortaleceremos dicha unión.
Y, trabajando desde la consciencia, podremos reconocer nuestros patrones de pensamiento, nuestro mundo emocional y nuestras respuestas. De esta manera, conseguiremos descubrir miedos y vulnerabilidades que nos perjudican porque nos hacen actuar de forma maquinal e inmediata.
¿Cómo trabajamos la falta de deseo sexual?
Para cada persona existe una línea de trabajo, pero solo se puede mejorar la situación de un o una paciente si se corrigen las fuentes de estrés sexual.
1. A través de la educación sexual
Necesitamos ampliar el tiempo dedicado a la actividad sexual, hacer cambios desde el acercamiento y el contacto con el cuerpo, escuchando nuestras sensaciones y las emociones asociadas con serenidad y en un estado de relajación.
Es necesario que desarrollemos una sexualidad centrada en la conexión con una misma, con la pareja, y mucho más amplia, generando intimidad, no reduciéndola únicamente a los genitales.
2. Saber reconocer las diferentes fases de excitación sexual.
Es importante averiguar qué es lo que se activa y se desactiva en cada una las diferentes fases de excitación sexual. Y, desde este reconocimiento, aplicar las técnicas que lleven a conectar con el placer.
3. Mejorar la relación con uno mismo y con la pareja.
Hay que valorar cómo te sientes y cómo te sientes con tu pareja, cómo comunicas tus necesidades e inquietudes, cómo recibes el contacto físico… Y, a partir de este marco, trazar unas nuevas dinámicas para tu relación de pareja.
Cuando el sexo va acompañado de amor
Es muy importante recordar que el sexo está íntimamente ligado a la afectividad y que cuando el sexo va acompañado de amor, el nivel de dopamina se mantiene más estable, ya que no desciende abruptamente una vez alcanzado el orgasmo.
Y, para terminar, unas frases muy oportunas de la psicóloga Helen S. Kaplan, en su Manual ilustrado de terapia sexual.
La terapia sexual no puede crear amor. Sin embargo, mientras se desarrolla, es posible que elimine obstáculos a la experiencia y la expresión del amor. Y cuando existen defensas y obstáculos al amor, eliminarlos es la tarea primordial del terapeuta.