La gran mayoría de los cambios en los pechos son benignos. Si los detectas durante una autoexploración mamaria, no te angusties, pero tampoco dejes pasar el tiempo y acude a la consulta de tu ginecólogo para hacer las pruebas médicas que, en la mayoría de los casos, nos permitirán descartar el cáncer de mama.
Autor:
Dr. Jordi Portella
Cuando te explores el pecho y lo palpes, quizás encuentres irregularidades o cambios que, a veces, por falta de información, pueden llegar a asustarte.
Pero ten en cuenta que la mayoría de las mujeres experimentan alteraciones en los senos debidos a la edad o a cambios en los niveles hormonales.
Si detectas un bulto en un seno o alguna alteración que te preocupa, acude a la consulta de tu ginecólogo y haremos una primera exploración. A continuación, programaremos una o varias pruebas que nos permitirán alcanzar un diagnóstico seguro.
Cuáles son las patologías mamarias benignas más frecuentes
La mayoría de las patologías mamarias suelen ser benignas y muy comunes. Veamos a continuación las más frecuentes.
- Fibroadenomas
Son tumores sólidos benignos frecuentes durante la pubertad y el embarazo. Su tamaño disminuye después de la menopausia. No son cancerosos, pero es conveniente hacer controles periódicos para comprobar que no cambian de forma o tamaño.
- Quistes mamarios
Si encuentras un bulto en la mama y sientes que es redondo, suave y firme, podría tratarse de un quiste de líquido, que puede aparecer antes del ciclo menstrual y hacerse más pequeño o desaparecer cuando el ciclo finalice. Si te duele, tu médico puede hacer una pequeña intervención para eliminar el líquido.
- Cambios fibroquísticos de mama
Son tumoraciones fibrosas no cancerosas relacionadas con los ciclos menstruales, que tienden a mejorar después del ciclo menstrual.
- Lesiones o infecciones
Tanto una lesión en el tejido mamario o en los nervios cercanos, como una acumulación de líquido infectado en el pueden causar un bulto en la mama, dolor e inflamación de la piel.
Qué hacemos cuando detectamos un bulto en el pecho
Cuando por primera vez detectamos un bulto en la mama, hacemos una mamografía y, si lo consideramos conveniente, una ecografía como método complementario.
En función del diagnóstico procederemos con el tratamiento más adecuado, pero si el bulto es benigno y no produce síntomas, es decir, si no duele o su crecimiento no es exagerado, nos limitaremos a programar controles periódicos cada 6 meses para verificar su evolución.
Si en los sucesivos controles el tamaño aumenta, practicaremos una biopsia para llegar a un diagnóstico de certeza.
Pero si duele, aunque sea benigno, y la paciente lo solicita, quitaremos el bulto con una cirugía que, por lo general, te permitirá estar encasa en las siguientes 24 horas.
Como ves, la autoexploración mamaria es necesaria y muy conveniente, pero aún lo es más acudir a tu ginecólogo y realizar periódicamente las pruebas diagnósticas que nos permitirán ejercer un control exhaustivo y, si es el caso, proceder con el mejor tratamiento.
Esperamos que los consejos del Dr. Portella te sean de utilidad, el premiado ginecólogo, es uno de los especialistas principales en patología mamaria del cuadro médico de la clínica ginecológica Women’s CD.