Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California (EE.UU.) han medido los efectos del Mindfulness en la percepción del dolor y la actividad cerebral y han podido probar que la práctica de la atención plena reduce el dolor y el sufrimiento.
El estudio, publicado por PAIN, revista de la Asociación para el estudio del dolor de EE.UU., ha mostrado que el Mindfulness interrumpe la comunicación entre las áreas del cerebro involucradas en la sensación de dolor y las áreas que producen el sentido del yo.
«Estamos muy emocionados de confirmar que no es necesario ser un meditador experto para experimentar efectos analgésicos» con la práctica del Mindfulness, ha explicado el autor principal de la investigación, el Dr. Fadel Zeidan, profesor asociado de anestesiología en la Facultad de Medicina de UC San Diego.
Es un hallazgo realmente importante para los millones de personas que buscan un tratamiento no farmacológico y de acción rápida para el dolor».
El primer día del estudio, se escaneó el cerebro de 40 participantes mientras se les aplicaba calor doloroso en la pierna.
Después de experimentar una serie de estos estímulos de calor, los participantes tenían que calificar sus niveles de dolor promedio durante el experimento.
Luego, los participantes se dividieron en dos grupos: los miembros del grupo de Mindfulness hicieron cuatro sesiones de entrenamiento de atención plena de 20 minutos, mientras que los miembros del grupo de control pasaron sus cuatro sesiones escuchando un audiolibro.
El último día del estudio se volvió a medir la actividad cerebral de ambos grupos, pero ahora se instruyó a los participantes en el grupo de atención plena para que meditaran durante el estimulo doloroso, mientras que el grupo de control descansaba con los ojos cerrados.
El mindfulness o meditación consciente puede proporcionar un nuevo método para el tratamiento del dolor”
Los investigadores encontraron que los participantes que estaban meditando activamente reportaron una reducción del 32 por ciento en la intensidad del dolor y una reducción del 33 por ciento en la incomodidad del dolor.
Para muchas personas que luchan contra el dolor crónico, lo que a menudo afecta más su calidad de vida no es el dolor en sí, sino el sufrimiento mental y la frustración que lo acompaña», dijo Zeidan. «Su dolor se convierte en parte de lo que son como individuos, algo de lo que no pueden escapar, y esto exacerba su sufrimiento».
Con la práctica de la meditación plena, las señales de dolor aún se mueven del cuerpo al cerebro, pero la persona no se siente tan próxima a esas sensaciones de dolor y, por ello, su dolor y su sufrimiento se reducen.
Con el Mindfulness, nos entrenamos «para experimentar pensamientos y sensaciones sin apegarnos a ellos con el ego o sentido de uno mismo, y ahora finalmente estamos comprobando cómo se manifiesta el desapego en el cerebro durante la experiencia del dolor agudo».
Práctica del Mindfulness en Barcelona
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Para reducir el estrés y aliviar el dolor, es muy importante ejercer un control sobre nuestras emociones, cuidarlas, ser conscientes de ellas y no dejarnos arrastrar por aquellas que, cuando se prolongan, resultan perjudiciales para nuestra salud.
Cuando integramos la práctica del Mindfulness en la vida cotidiana:
- Relajamos cuerpo y mente.
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